viernes, 5 de diciembre de 2008

Cálculo estructural



¡Oh! bendito cálculo estructural.



Sé que la mayoría de mis lectores no han tenido la maravillosa oportunidad de estudiar en profundidad el maravilloso mundo del cálculo estructural, al menos no más allá de la mecánica física del instituto. Hasta ahora yo pensaba que era un desgraciadillo por tener que comerme libros enormes llenos de ecuaciones (en principio inteligibles) y de palabros raros. Siempre pensé que son unas de esas asignaturas incomprendidas y odiadas por la plebe por el desconocimiento que predomina sobre ellas. Pensad un momento, (los arquitectos sabrán a lo que me refiero) te pegas años (porque a la primera no la saca casi nadie) estudiando estructuras, cálculo estructural, análisis estructural ó dimensionamiento estructural y, cuando terminas y proyectas, ó diriges ó, al fin y al cabo, trabajas al frente de unas personas que no lo han estudiado porque "para eso estás tú", a quién le demuestras que todos los años de estudios han servido para algo si ni Crom te entiende y, aún encima, va el albañil listo de turno y te dice que pone un pilar de de x·y porque lleva 20 años haciéndolo y no se le ha caído nada. En esos momentos es cuando:

"El miedo te lleva a la ira, la ira te lleva al odio, el odio te lleva al sufrimiento y el sufrimiento te lleva al lado oscuro donde te echas a llorar sin que te vean"

Pues bien, todo esto viene a que he encontrado un video en el que la lían parda, por no haber estudiado... lo adivináis.... SI, ESTRUCTURAS, y es más, les hubiera bastado un cálculo tirando a sencillo por aquello de que manejan hielo (material tirando a puro, limpio, densidad cte, etc) y con el que habrían repartido mejor los pesos.



Por añadir una frikada más, los enanos, en las Minas Tirith, parecía que no calculaban pero sí que lo hacían porque dejaban los pilares justicos para que no se fueran la montaña al carajo y si, debieron tener en cuenta, las cargas G, S, N, V (permanentes, uso, nieve y viento) y también la carga B del Balrog cabreao.

A estudiar monillos.

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